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Hoy 23 de marzo, se celebra el Día de la Conciliación y desde Fundación Másfamilia han iniciado una campaña a la que me gustaría sumarme porque la conciliación es ahora más necesaria que nunca.

Todos sabemos ya, que en estos días el teletrabajo se ha convertido en práctica obligatoria, el mismo Ministerio de Trabajo y Economía Social en su GUÍA PARA LA ACTUACIÓN EN EL ÁMBITO LABORAL EN RELACIÓN AL NUEVO CORONAVIRUS lo recogía como medida organizativa y hoy mismo el sindicato de los inspectores de trabajo compartía en twiter @instrabajoyss una píldora audiovisual orientando sobre las obligaciones y derechos en materia preventiva y laboral.

 

Eva Rimbau Gilabert   en una acertada aportación en el periódico el País bajo el título El teletrabajo no era esto nos hablaba hace unos días de cómo es probable que

Este «experimento» de resultados negativos en términos de productividad por falta de preparación (tanto tecnológica, como sobre todo cultural y organizativa). Lo que me preocupa es que estos malos resultados sirvan de excusa para que las empresas, en el futuro, rechacen implantar este modo de trabajo de modo estable. Pero, en realidad, son las circunstancias excepcionales y la falta de planificación en las empresas lo que dificultará la productividad, no el trabajo en remoto en sí.

Comparto la opinión de Rimbau, en mi experiencia profesional y analizando mi entorno más próximo, en estos días han aflorado  diferencias significativas entre aquellas organizaciones que tenían implantado ya un sistema de gestión de conciliación y aquellas que no. Las primeras, las empresas EFR que han realizado una apuesta por políticas de flexibilidad y teletrabajo y el apoyo a las personas que forman nuestras organizaciones están abordando con éxito y menos tensiones esta situación inesperada y las que no, andan como pollo sin cabeza intentando adaptarse y sobrevivir al obligado confinamiento.

Esta adversidad pasará, pero de nada servirá sino aprovechamos la oportunidad para aprender de ella,  de la necesidad imperiosa de gestionar nuestras organizaciones con prácticas más saludables, y la conciliación es una de las que más impacta en el bienestar y en el desempeño.

No es lo mismo conciliar que gestionar la conciliación y nos lo demuestran con su gestión y resultados empresas como LABORATORIOS QUINTON , referente para todos/as en prácticas de conciliación.

Por tanto, es necesario la implantación de modelos de gestión de la conciliación orientado a la mejora continua y orientados a la obtención de resultados, modelos orientados a las personas y al negocio.

Hace algo más de un mes, pude compartir con un grupo de empresarios un foro donde precisamente hablábamos del valor de la conciliación en la empresa y dábamos respuesta a la pregunta

¿para qué gestionar la conciliación?

Compartíamos algunas ideas fuerza durante el Foro Empresarial de l’Horta Sud que sitúan a la conciliación como palanca esencial de mejora continua en las Organizaciones:

  • Por RSE . Las empresas que concilian son un 3% más rentables
  • Por reputación, el 65% de las personas buscan organizaciones que promueven la conciliación
  • Por Salario Emocional, las medidas de conciliación son valoradas entre un 4% y un 7% del salario bruto extra.
  • Por Diversidad, el 74% de los millennials buscan conciliar.
  • Por Compromiso, aquellas empresas que concilian tienen un descenso absentismo en un 76%, incremento de satisfacción cliente en un 12% y de productividad del 18%
  • Por convertirnos en una organización saludable, donde la práctica de conciliación, correlaciona positivamente con el engagement y el desempeño.

Planteábamos en esa sesión algunos de los retos que abordar en el 2020 y que ahora toman fuerza por lo que sin duda, la conciliación es ahora más necesaria que nunca.