Esta es mi historia

Si miro por el retrovisor de mi vida, me vienen a la mente dos términos griegos que marcan mi pasado (εὕρηκα héurēka, ‘¡lo he hallado!’ ) y mi presente ψυχαγωγία el ‘Arte de conducir y educar el alma’

El primero, determina en buena medida mi infancia, adolescencia y juventud ¡Eureka! (en griego εὕρηκα héurēka, ‘¡lo he hallado!’

Podría decir que mis hermanos y yo, tuvimos una infancia diferente, quizás el sueño de todo niño, crecer rodeada de juguetes, y es que vivíamos en una fabrica de juguetes que quizás recordaréis los que sois de la década de los 70 ‘EUREKA’ muy famosa entonces por las cajas registradoras, los supermercados y los fuertes de Comansi.

Aunque nuestros amigos/as del colegio no se lo podían creer, nunca jugábamos con aquellos juguetes, más bien podría decirse que jugábamos fabricándolos (era la época en qué las familias se llevaban trabajos a casa para complementar los ingresos de la economía familiar).

Yo soy la pequeña de cuatro hermanos, así que muy pronto  aprendí a trabajar en equipo, mi hermano mayor Paco era el líder, él marcaba las normas y los objetivos a realizar pero también la recompensa por el trabajo bien hecho, con él aprendí el significado de valores como responsabilidad, bondad, solidaridad y honestidad. De mi hermana Puri, que era como la encargada de la cuadrilla incorpore a mi carácter la responsabilidad, el respeto y la vocación de servicio a los demás. Con mi hermana Fini con la que tan sólo me llevo 15 meses, descubrí la amistad, la sensibilidad y la alegría. El sentido con mayúsculas de la familia nos lo dieron sin lugar a dudas, nuestros padres, que habían emigrado a Beniparrell para darnos una vida mejor,  de ellos aprendimos el significado del sacrificio, el amor y la compresión.

Creo que esa infancia marco mi concepto del trabajo, que siempre he vinculado con la ilusión, que me ha conllevado abordarlo con pasión, como cuando de niña jugaba a ‘hacer las cajitas’ con mis hermanos, y luego como recompensa, teníamos tiempos de paseos en bici, polígono arriba polígono abajo, o en verano durante nuestras vacaciones en Murcia sesiones de piscina con mis primas Marisa y Toñi, y para las que para mi son como unas hermanas más Ana, Toñi y Montse.

Recuerdo que nos reíamos mucho, montábamos nuestras acampadas con las sabanas cuando mi madre se iba a comprar, y cuando al que le tocaba vigilar daba la voz de alarma porque aparecía mi madre, nos tocaba desplegar el fuerte.

Pero también durante esa época , ya en preescolar forje grandes amistades que hoy sigo manteniendo Ana, Carol, Dolores, Gloria, Rosa, son de esas personas que siempre tengo a mi lado y se han convertido en imprescindibles en mi vida.

De pequeña siempre fui leal a mis principios y he marcado mis criterios en todo momento, por eso mis padres siempre me decían ‘Mari tienes más leyes que un abogado’. Y ese era mi sueño de infancia, convertirme en abogada, llego la época universitaria y comencé a cursar derecho compaginándolo con el trabajo. Fue entonces cuando mi padre sufrió un accidente laboral, del que fui testigo, y eso me llevo en 1998 a la prevención de riesgos laborales de la mano de mi mentor José Antonio Martos, y desde entonces hasta hoy, ando gestionando personas y trasladando el concepto de salud a las organizaciones.

Desde hace unos meses, con el equilibrio y madurez que te dan los años, creo que la palabra que podría definir esta nueva etapa de mi vida es ψυχαγωγία el ‘Arte de conducir y educar el alma’ que es el título elegido para mi blog, porque es época de reflexión, de pasar del estar al sentir, para mantener a punto mi motor interno que me lleva a la ilusión y esta a la pasión por la vida y por el trabajo.