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¿El ala izquierda? De qué irá este post me han preguntado algunos al ver las grullas de papel y el título …, otras personas desde Santiago de Compostela seguro que esbozaron una sonrisita al verlo e imaginar su contenido por haberlo vivido junto a mí.

Pues precisamente va de eso, de lo vivido durante el mes de julio, de los aprendizajes de la vida y de esas personas que son tu mejor cátedra y te acompañan peldaño a peldaño hacia tu éxito.

Como algunos sabéis,  el pasado mes de julio me otorgaron la medalla de oro al trabajo del Foro Europa 2001, que ahora os confieso , estuve a punto de no aceptar.

Los que me conocéis ya sabéis que esto de los premios  no va conmigo, porque entiendo que tienen más que ver con el parecer que con el ser, porque como todo en la vida, se genera un negocio, que a veces te hace plantearte cuanta gente vive de los egos y por los egos de otros, y que fácil es ser cómplice y dejarte llevar y engañar por nuestro propio ego.

No obstante, para mi ya era un premio haber sido nominada por una persona a la que respeto enormemente, profesionalmente hablando, un referente en los sistemas de gestión para conseguir organizaciones más saludables. 

Sólo por eso decidí aceptar como decía en mi post la vida a escena, uno decide que papel adoptar » ser protagonista de su propia vida o un mero espectador«. Así que si el destino me había reparado este reconocimiento, porque no vivirlo para poderlo juzgar en primera persona y no de oídas este tipo de eventos.

Aún así debo decir que llegué al Westin Palace con cierto escepticismo, dispuesta a cumplir el expediente lo más rápido posible. Para colmo,  mi amigo Quim, premiado también, no pudo asistir a última hora por cuestión de fuerza mayor , así que como decía mi abuela » no quieres café… dos tazas» . Ahora en lugar de salir a recoger una medalla me tocaba salir a coger dos.

Llegó el momento de entrar al salón, protocolariamente, el Presidente del Foro nos dio la bienvenida a cada uno de los premiados. Me encontré en una cena de gala con mucho postín, aristócratas, algunas caras conocidas de periodistas, modelos, médicos y juristas.

Y allí estaba yo en la mesa central donde me habían situado, sola y pensando ‘yo que hago aquí’. Debo hacer un inciso como el otro día escuche decir a Jane del Tronco ‘desde que existen las redes sociales una ya no se siente nunca sola’, por lo que ese tiempo de espera fue más llevadero gracias a los  “whatsapps” de amig@s de la red, familia, compañer@s, mensajes de voz de los más pequeños (Claudia, Gala, Alexia… que me hicieron mucha ilusión) y sobre todo el de mi padre y mi cuñada que estaban como un niños al ver la foto que les mande desde la puerta del Palace).

Fue especial la compañía de una amiga de Crisálida, Carme, que me acompañó por las calles de Madrid hasta la misma puerta del Palace (yo creo que no se fiaba que entrase).

Pallace

Recuerdo, también la llamada que recibí ya en el hall de una amiga desde Barcelona, ambas esa noche teníamos un “evento”, entonces deseábamos, pero no teníamos la certeza que aquella acabaría siendo una gran noche, esos regalos que la vida te otorga cuando una esta dispuesta a aceptarlos.

Mientras tanto, como os decía el centenar de invitados seguía entrando al salón de mano del anfitrión y yo allí en la mesa central que ponía «reservada» en la que me habían ubicado y pensando:  “aquí no viene nadie”…. Cuando de pronto, los últimos invitados llegaron acompañados por el Presidente.

Era una familia al completo, lo primero que me llamo la atención era que vestían una gran sonrisa, guapos y elegantes (ahora sé que vestían de @elsavadeboda ).

Me saludaron amablemente con un marcado acento gallego y emocionados me dijeron que eran de Finisterre. Comenzamos a conversar, yo estaba sentada entre Carla (una de las hijas) y Lourdes (la madre), me contaron que venían a acompañar a su hijo, también premiado. Al darles la enhorabuena ellas me preguntaron si lo conocía  y yo, con cara de poker no pude contestarles, ( no tenia ni idea) afortunadamente , el acto comenzó.

Tomó la palabra el Presidente del Foro, en mi mesa , dos sitios permanecían libres, y en mitad del discurso entro una pareja y se sentó. Yo pensé: este será el hijo, aunque me extrañó, porque su gesto no era sonriente, creí que estaría nervioso y avergonzado por el retraso.

El Presidente del Foro, un pelín enfurruñado por la interrupción, continuó su discurso y comenzó la entrega de medallas (me tocó salir un par de veces y allí estaba Carla haciéndome de fotógrafa con el Iphone). 

Al final llegó el momento de la entrega del premio al Ciudadano Europeo, al oír su nombre, un joven apuesto, elegante y sobretodo sonriente se levantó de la mesa situada justo detrás de la nuestra  y se dirigió a recogerlo , era Anxo Pérez .

Primera lección aprendida Peldaño 28 el binomio del éxito:

“El éxito es como un pájaro, que vuela porque tiene dos alas, el ala derecha es merito nuestro, el ala izquierda es aquello que hacen otras personas para permitirnos estar donde estamos.

 


 

Pero fueron más las lecciones que aprendí………. Continuará mañana en el ala izquierda (II parte) Lecciones aprendidas #88Peldaños

Foto: Flickr